sábado, 10 de diciembre de 2011

ESQUILO



“Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente
 para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.”


Esquilo nació en Eleusis en 525/24 a.C. Era hijo de un distinguido hacendado llamado Euforión. Intervino en las batallas de Maratón y Salamina, contra los persas, así como en otras de las guerras médicas. Fue absuelto en un proceso e impiedad por violar el secreto de los misterios. Siendo muy joven participó en los concursos de los poetas trágicos, quizá en 28, de los cuales en trece fue el vencedor.
En su madurez se trasladó a Sicilia a la corte de Hierón, tirano de la ciudad, seguramente llevado por la abundancia de artistas que en dicho lugar se daban cita. Allí, tal vez representara por segunda vez Los Persas, obra que le valió el triunfo en Atenas.
Poco después regresó a Atenas, pues en 468a.C.dejó el primer puesto en el agón a Sófocles. No se sabe por qué regresó nuevamente a Sicilia, aunque cierto pasaje de Aristófanes en Las Ranas nos da un indicio:  alude a la decepción que experimentó con el público ateniense, de lo cual se deduce que la relación entre éste y el autor no siempre fue buena, quizá debido a la no obtención de premios en ocasiones. Murió en Gela en 456/55a.C. y su tumba se convirtió en santuario visitado por todos los trágicos del momento. Los atenienses honraron su memoria con una ley propia que permitía a cualquiera participar en el agón (certamen) con obras de Esquilo. Pero fue Aristófanes, en Las Ranas, quién mejor honró la memoria de este autor trágico trazando una imagen sublime del mismo.

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